Jae escuchaba atentamente a Joon, asentía con una mirada preocupada a cada frase. Movía sus manos en señal de inquietud.
- ¿Por qué me hace esto?
- Siempre fue una mujer codiciosa y con el alma podrida.
- Y me odia, nunca di motivos a nadie para hacerlo.
- Lo sé, pero ella es así. – dijo Joon – está llena de odio, y le gusta ver sufrir a quienes considera una amenaza. En el pasado envió a asesinar a muchos para cumplir sus objetivos. Fue su manera de escalar en la sociedad y de hacerse de un nombre.
- ¿Cómo es que nadie nunca se enteró de nada? – Yunho retuvo a penas de la ira que estaba sintiendo –
- Era una mujer poderosa, ella podía callar sus bocas de la manera en que consideraba más apropiada.
- ¿Y qué manera era esa? – volvió a tomar la palabra Yunho –
- Asesinándolos.
- ¿Qué haremos? – esta vez hablo Jae, ya con lágrimas brillando en sus ojos –
- Tendré que entrenarte. – le miró Joon a los ojos – Y Ja Yun deberá usar su magia para ver si en algo ha afectado el hechizo y el sueño en que estuviste.
- Hare todo lo que este en mis manos, Joon.
- Gracias, pequeña.
Jae permanecía sentado en una mesa larga, suspiró nervioso y espero a Ja Yun.
- Tranquilo, pequeño. – le acaricio la cabeza con ternura – No te dolerá, solo necesito hacer un pequeño chequeo de tu cuerpo. Y conseguir algunas muestras de tu cabello y saliva.
- De acuerdo.
- Abre la boca. – con un bastón de algodón extrajo saliva y lo metió en un tubo de ensayo cerrado herméticamente. - Muy bien, ahora cortare un poco de cabello.
- ¿Para qué es eso?
- Para ver si hay alguna sustancia en ti. Ahora veré el nivel de tu magia, y si algo ha cambiado con el hechizo.
Jae permanecía recostado sobre la mesa dormido, Ja Yun estaba conectada a su subconsciente a través de un hechizo. Exploro en lo más profundo de su mente y alma, y descubrió allí a un ser escondido, brillaba en un azul pálido y parecía dormir entre sueños inquietos. Al acercarse más descubrió que se encontraba encadenado, y que su rostro lleno de escamas se parecía benévolo. Se desconectó de Jae y le dejo dormir, ella debía hablar con Joon.
- ¿Qué descubriste?
- Los análisis que le hice con las maquinas modernas no arrojaron ningún resultado inusual. Su nivel de magia es adecuado… - repentinamente se quedó en silencio y Joon supo que había algo –
- ¿Pero?
- Encontré algo fuera de lo común mientras estaba explorando su mundo interior.
- ¿Qué?
- Esto, – le enseñó la esfera de cristal y en ella se proyectaba todo lo que vio – el dragón sigue dentro de él. Pero parece nuevamente dormido, y prisionero.
- Es una de las consecuencias de permanecer tanto tiempo hechizado, ahora el dragón se ha interiorizado en él.
- ¿Podemos liberarlo y así hacer lo abandone para siempre?
- No, él y el dragón ahora son uno. Si uno de los dos muere, ambos lo harán.
- Ja Yun dejo escapar un gemido de dolor – Entonces, ¿no hay nada que podamos hacer? Si dejamos al dragón ahí quizá vuelva a liberarse e intente destrozarlo todo.
- No lo creo, ahora parece diferente. ¿Jae aún duerme?
- Si, por qué preguntas.
- Entrare en su mente.
Estaba frente al dragón, lentamente se acercó y poso una mano en su cabeza, la bestia inmediatamente se calmó y suspiró más tranquilo. El toque de Joon había apartado las pesadillas de manera instantánea, el mago acaricio el hocico escamoso y sonrió.
Ja Yun le vio abrir los ojos, y frunció el ceño extrañada por el brillo que tenían los ojos del mago mayor.
- Tus ojos parecen sonreír.
- Es porque estoy contento, salgamos y dejemos dormir al pequeño.
- ¿Qué viste?
- El dragón no quiere causar ningún daño. Se ha vuelto benévolo, y la razón por la que esta encadenado es porque no sabe controlar sus poderes.
- ¿Y por qué se ha unido a Jae Joong?
- Fueron demasiados años juntos, ahora sus almas son sólo una. Por eso brilla en todos azulados y blancos, ahora es sólo un espíritu. – las arrugas alrededor de sus ojos resaltaron la alegría que había en estos – Ahora nos toca descubrir como cortar las cadenas de ese dragón para que libere sus poderes.
Cuando Jae despertó vio el rostro de su moreno, sonrió feliz y se levantó lentamente para abrazarle.
- ¿Cómo estas cariño?
- Bien, creo que es el sueño más tranquilo que he tenido en años.
- Me alegra saberlo, ven, comeremos una merienda en el jardín.
Tomados de la mano se acercaron, y allí los esperaban Ja Yun y Joon. Comieron un trozo de tarta y bebieron té, contemplaron a las mariposas revolotear junto a las flores. Quizá este sería su último momento de paz.
La temperatura en la guarida de Dak Ho aumento hasta casi hacerse insoportable, el hechicero se encontraba haciendo pócimas e investigando en su gran libro de magia. Había encontrado la receta para una pócima que otorgaba poderes eléctricos; solo necesitaba la sangre de un inocente, los pétalos de una rosa negra y una mandrágora recién arrancada, y por último el fulgor de una rayo.
En plena noche fue al bosque he invoco una tormenta, con un conjuro logro capturar la luz azulada del rayo en un pequeño frasco. Por el rabillo del ojo vio a una criatura antropomorfa que caminaba apoyando sus manos en suelo, de ojos particularmente grises y con un brillo inocente, unas alas pequeñas como de murciélago en su espalda (claramente no funcionales), vestida enteramente con hojas y flores. No le fue necesario saber más detalles para saber que tenía que ser unos de los últimos hechizados, y claramente por un mago escuro que aún conservaba una pisca de humanidad. De esa criatura obtendría la sangre, podía sentir que aún conservaba su alma humana, y que seguramente fue hechizado a cambio de darle salud o salvar la vida a un ser querido.
La pequeña criatura corrió despavorida presintiendo las intenciones de Dak Ho. Escapo por entre los árboles y arbustos, y se escondió en una pequeña hendidura en una pared de roca cubierta con enredaderas. Su respiración era acelerada, sus ojos estaban llenos de pánico, aguzó sus sentidos y no escucho nada por largo rato. Se asomó con cautela, y vio todo en tranquilidad, con un respiro de tranquilidad salió y sin esperárselo el mago apareció tras un montículo de tierra y le pesco desde el cuello. La desdichada criatura pronto se quedó sin aire y murió, el mago extrajo un poco de sangre y le dejo allí.
Al día siguiente partió a los lugares más recónditos del bosque, se hizo de un lobo salvaje hechizándolo y busco los posibles lugares donde encontraría mandrágoras. Nada más encontrarlas cavo hasta poner la raíz al descubierto, ató alrededor una cuerda y el otro extremo al lobo, se alejó y llamo al animal que con fuerza tiró de la raíz. La mandrágora dio un grito espelúznate siendo arrancada con éxito, el pobre lobo cayó muerto enseguida. Tomo la mandrágora y la metió en su bolso. Se dispuso a volver a su guarida y conseguir las rosas negras de su propio jardín.
Frente a su caldero agregó los pétalos de rosa negra hasta que el líquido se volvió oscuro como la noche, la sangre fue la siguiente y grandes burbujas comenzaron a aparecer, el líquido se volvió de un color carmesí algo turbio. Seguidamente la mandrágora; tenía la forma de un pequeño hombrecito con una cara arrugada y fea, nada más echarlo al caldero pareció retorcerse de dolor, finalmente la luz de un rayo. Todo el lugar brillo y por unos instantes lo encegueció, nada más decaer la luz puso en una botella el líquido ahora azul eléctrico.
- Con esto será suficiente – sonrió malicioso –
La mujer apareció y le miró con desdén, se acercó a paso lento pero seguro. Con una sonrisa arrogante se plantó frente al mago que le observo con cierto deje de temor.
- ¿Lo tienes?
- Si, este es el brebaje.
- ¿Y que es con exactitud?
- Es un brebaje para otorgarte poderes de rayos, con el podrás exterminar al dragón y a todo aquel que se interponga en tu camino.
- Suena bien, dámelo. – extendió la mano blanca –
Examino la botella por algunos minutos, y sin más quito el corcho y se bebió el contenido de golpe. El frasco cayó al suelo y se rompió en mil pedazos, un gemino de auténtico dolor escapó de sus labios, se dobló de dolor hasta apoyar sus palmas en el piso.
- ¿Qué de diste?
- Es parte del proceso, toda transformación es dolorosa. – esa era en parte su pequeña venganza por todo lo que esa mujer le había hecho pasar –
Un grito grave vibro el lugar, el sufrimiento se podía ver en las pequeñas gotas de sudor que caían de su frente. Repentinamente se incorporó sobre sus rodias y algunos destellos salieron de sus manos.
- La trasformación está completa. – rió el mago –
JaeJoong estaba junto a Joon sentado en la biblioteca de la casa, ambos tenían un gran número de libros sobre dragones. El objetivo de esto era que Jae aprendiera lo más posible sobre el tema, para así poder controlar su poder interno.
- Cuando aprendas lo suficiente podremos entrenar en el bosque. Ya verás que serás el mejor.
- Lo dices por el cariño que me tienes.
- No, lo digo porque te conozco. Te he criado y enseñado, sé cuál es tu potencial.
Ja Yun realizaba pócimas para poder mantener controlado el poder del dragón, no querían que hubiese accidente en los entrenamientos. Yunho, por su parte habría portales para practicar en el bosque de los malditos.
Yunho, se dirigía a entrenar en uno de los claros que conocía perfectamente cuando encontró algo que lo perturbo, rápidamente tomo su teléfono e hizo una foto. Sin más volvió deprisa a la casa, corrió en busca de Ja Yun y sin anunciarse entro dando fuerte pasos.
- ¿Qué te sucede?, – habló algo sorprendida – parecer turbado. - el moreno comenzó a tartamudear sin encontrar como comunicar lo que había visto – Tranquilo, siéntate junto a mí y cuéntame que paso.
- Mira esto, - le enseño la fotografía de una criatura muerta y con gran charco de sangre al redor – lo encontré en el bosque. Fue realmente perturbador, y por ese corte en el cuello queda claro que no lo mató nada que habite allí.
- Pobre alma, esto tiene que ser obra de Dak Ho. Algo planea, estoy segura.
- Creo que hay que decirle a Joon.
Sintió en su mente la voz de Ja Yun llamándole, dejo a Jae Joong estudiando y el salió a buscarla.
- ¿Ha ocurrido algo malo?
- Yunho encontró una criatura muerta en el bosque, tenía un corte en el cuello y estaba desangrada.
- Por Merlín, Dak Ho tiene que ser artífice de esa barbarie. Lo que tiene en mente debe ser algo horrendo, incluso para mi tiempo. Debemos acelerar los preparativos, el entrenamiento no puede esperar más.
Jae estaba nervioso, mordía su labio inferior y esperaba las indicaciones de Joon. El viento mecía sus cabellos, y algunas aves les observaban desde las ramas de los árboles. El claro del bosque era el mejor lugar para entrenar.
Los pases mágicos iban y venían, los destellos iluminaban hasta el rincón más oscuro. Cualquiera que percibiera esa vibración mágica sabría que había un enfrentamiento entre dos seres de luz. En medio de la excitación del combate los ojos de Jae brillaron en azul pálido, repentinamente una luz lo envolvió y la figura de un dragón resplandeciente se reveló por escasos segundos hasta nuevamente desaparecer, y dejando a un Jae Joong debilitado caer de bruces.
- Es demasiado poderoso para ti. – susurro el mago mayor sosteniéndolo entre sus brazos – Tendremos que entrenar duro.
Comenzó a abrir los ojos lentamente, la vista era borrosa pero aun así la luz era molesta para sus ojos. Sintió susurros lejanos, por un momento creyó que todo había sido un sueño y se encontraba en el día en que fue liberado del hechizo.
- Cariño, – escucho una voz conocida hablarle con dulzura, una mano apretó con delicadeza su brazo – despierta.
Su visión se volvió más clara y pudo distinguir los rostros preocupados de los demás. Extrañado se sentó lentamente en la cama.
- Qué me sucedió
- El dragón intento entrar batalla en el bosque, pero su poder fue demasiado para ti.
- No recuerdo haberle invocado.
- Al parecer, él puede elegir el momento en que quiere entrar en acción. – le contó Joon –
- Entonces, eso quiere decir que no puede ser controlado. – sus ojos se ensombrecieron –
- No necesariamente, recuerda que todo poder en algún momento fue indomable. Durante tu niñez solías hacer estallar muchas cosas cuando practicabas. Sólo ten paciencia.
En la guarida de Dak Ho las cosas se salían de control con bastante frecuencia, Min Ah en el cuerpo de MinHee no paraba de destrozar el lugar por mero gusto. En ella había una extraña satisfacción en ver al hombre correr en busca de agua cada vez que ella incendiaba algo. En sus ojos se podía ver que fraguaba algún pérfido plan.
Yunho decidió ayudar a Ja Yun en la investigación sobre los poderes de Jae Joong, él no quería que su novio sufriera de ninguna manera. Cada día se veía más cansado, como si el dragón absorbiera su energía.
- Ja Yun, mira esta receta. – le mostro un gran libro que encontró en la biblioteca. –
- Es antigua, pero funcionara para darle más energía. Todas las hierbas están en nuestro jardín.
- Iré a recolectarlas, pero tengo una duda. – le mostro uno de los ingredientes - ¿Qué es sacarosa?
- Azúcar.
- Oh, entonces sólo debo hacer una infusión dulce.
- El azúcar le quitara lo amargo.
Jae Joong bebió la taza con la infusión y sonrió con ternura a su novio.
- Gracias, amor.
- Esto hará que te sientas mejor, ya verás que tendrás más energía.
- Eres el mejor novio.
Al pasar de los días Jae se volvía más fuerte y lograba controlar mejor al dragón. Cada noche en sus sueños podía ver al dragón dormir con un rostro pacifico, sin cadenas.
- Ambos se fortalecen. – dijo Joon después de internarse en el subconsciente de Jae –
- ¿Ambos? – Yunho hizo una mueca de extrañeza –
- Él y el dragón, ambos son uno y si uno de ellos se fortalece, el otro también.
- Entonces, ¿Si uno cae, el otro también? – los ojos de Ja Yun brillaron de preocupación –
- Sí, por eso los entreno a ambos. – suspiró con pesar – Si el dragón cae, perderemos a JaeJoong.
La mañana llego presurosa, un rayo de sol se colaba entre las cortinas e iluminaba la cara angelical de su dueño.
- Buenos días, pequeño. – Joon estaba sentado junto a él –
- Bueno días Joon, ¿hoy entrenaremos?
- Sí, iremos después del desayuno. Te dejare solo, para que te alistes.
El bosque aquel día estaba particularmente alegre, las pequeñas y desdichadas criaturas parecían felices. Como si algo grande se acercara y en algo las beneficiara. Vitoreaban cada pase mágico exitoso de Jae Joong, y le tiraban hojas y ramas a Joon cada vez que uno de sus pases mágicos lograba tirar al joven mago.
- Pequeñas y molestas criaturitas. – dijo en murmullos Yunho a Ja Yun, quienes también estaban allí –
- Tienes que admitir que de alguna extraña manera, también son muy tiernos.
- Algunas son un tanto repulsivas.
- Eso es parte de algunas maldiciones.
- La mayoría son trasgos, o criaturas inidentificables.
- Jae fue lo más grande aquí por mucho tiempo, incluso en su época los dragones se veían en raras ocasiones.
Las pupilas de Jae comenzaron a brillar, y una vibración mágica poderosa se apodero de él. Una luz brillante le rodeo, y la figura del dragón comenzó a aparecer entre destellos de luz, finalmente se reveló en todo su esplendor y se materializo. Era un ser magnifico, de escamas blancas y con los bordes de estas de color turquesa, les observaba con sus ojos claros y hermosos. Su presencia imponía respeto, su porte elegante dejaba sin aliento a quien le mirase.
- Bienvenido, ha pasado mucho desde que un dragón blanco pisara este mundo. – le saludo Joon –
- Sólo un alma pura puede hacer posible que un dragón negro se vuelva blanco, y junto con tu conocimiento lograron liberarme. Te lo agradezco. – se comunicó con telepatía con Joon –
- Fue un honor – hizo una pronunciada reverencia. –
- El honor es mío, al poder contar contigo para pelear juntos
.
Uno de los trasgos se acercó lentamente, y extendió su mano intentando alcanzar al dragón, este se agacho y permitió que la criatura le tocara el hocico. Parecía feliz con ese toque, y enseguida corrió al bosque para prontamente volver con unas margaritas que deposito a los pies del dragón. Así una a una, las criaturas fueron entregando su ofrenda.
- ¿Qué hacen? – preguntó el moreno –
- Le piden que les proteja. – contesto Ja Yun anonadada –
- Es su salvador.
Dak Ho corrió a su esfera de cristal, y al ver en ella pudo ver con espanto su peor temor. El dragón había vuelto, y estaba dispuesto a luchar.
- ¿Qué te sucede mago de pacotilla?
- El dragón ha regresado, esto es malo, muy malo.
- ¿Tienes miedo de esa lagartija? – sonrió con maldad – Haré sufrir a esa bestia inmunda, quiero ver su sangre correr.
hay por dios esto se pone cada ves mejor y ahora que esta el dragón de Jae afuera no creo que esos lo puedan vencer y el mago Dak Ho le teme por que sabe su poder y que no podrá con el pero como esa mujer no conoce el poder que tiene no le teme pero cuando lo enfrente no quedara ni polvo de ella así es que mejor se valla despidiendo de este mundo y de su obsesión de tener a Yunho con ella
ResponderEliminarGracias por compartirlo
esa malaya mujer hay que volverla pure que se cree espero que el dragon y Jae la vensan y todo se arregle para que Jae disfrute de suamorio con su morenaso jajaja gracias linda x compartir tardastes bastante pero lo bueno se hace esperar gracias x compartir
ResponderEliminarah! me imagino al dragon blanco y ha de ser hermoso *o*
ResponderEliminarme alegra que Joon y los demás hayan ayudado en el entrenamiento a JaeJoong.
Me preocupa de sobremanera lo qu pueda hacer el mago oscuro y esa mujer, que de verdad raya en loca.
wiiiii me he puesto al dia, yahooo!!! \o/
osea el dragon esta dentro de jae y puede que brinde sus poderes a jae para cuando lo necesite o.o
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