El té humeaba en las tazas, su sabor era ligeramente amargo y su calor los envolvía quitándoles el frío.
Yunho observaba los rosados labios de Jae posarse sobre la taza, y un ligero sonrojo cubrió sus mejillas cuando sus miradas se cruzaron.
Se miraba en el espejo, y una sonrisa adornaba su rostro. Yunho le había invitado a recorrer la ciudad. Esperaba ansioso en su habitación a que Yunho fuera por él.
El moreno estaba fuera de la habitación nervioso, con la duda de si debía tocar o no.
- Él no es adivino, toca ya. – sonrió Ja Yun –
Dos golpes hicieron eco dentro de la habitación, inhalo y exhalo un par de veces para tranquilizar su acelerado corazón. Abrió la puerta y deslumbro al moreno con su brillante sonrisa.
- ¿Listo para nuestro paseo? – pregunto ofreciendo su mano al más bajo –
- Por supuesto – tomo la mano del moreno y con un adorable sonrojo lo siguió a la salida –
- Regresen antes del almuerzo – dijo la hechicera que jugaba ajedrez en la sala junto al mago mayor –
Unos escasos rayos de sol se filtraban entre las nubes, sus manos entrelazadas les daban un agradable calor. El brillo de sus ojos dejaba ver a los demás ese amor que ellos aún no admitían.
Una hermosa florería estaba justo en la esquina, y Jae vio con ojos ensoñadores las rosas blancas. Yunho al notarlo compro una rosa y se la entregó al muchacho que le miraba ilusionado.
- ¿Quieres tomar un café conmigo? – apretó su mano Yunho –
- Claro.
Caminaron hacia la cafetería que estaba a unos metros, se sentaron en una mesa junto a la ventana mirando a la gente pasar. La camarera se acercó y les sonrió, tomo la orden y se fue.
Les miró desde el mesón en lo que esperaba la orden, ambos chicos eran muy guapos y uno de ellos tímido que jugaba con su largo cabello. Esto llamo la atención de la chica, no era común ver a hombres así por esos lares. La verdad es que por un minuto pensó que se trataba de una chica, pero esa voz gruesa definitivamente era de varón.
Los cafés y muffins estuvieron en su mesa luego de un par de minutos, agradecieron a la muchacha y ella se alejó a mirarles desde la distancia. Las delicadas manos blanquecinas del muchacho sostenían suavemente la taza llevándola a su boca. El otro muchacho parecía no poder quitarle la mirada de encima.
Yunho se acercó a pagar, y la muchacha que les atendió le dirigió la palabra.
- No quiero entrometerme, pero se nota que al chico le gustas. – dijo en un murmullo – Además en este lugar no se ven chicos así seguido.
- ¿Qué insinúas?
- Que si no haces algo pronto te lo van a quitar. – apunto discretamente al chico que se había acercado a Jae ofreciéndole una linda flor hecha de papel –
- Gracias por su compra, aquí tiene su recibo y su cambio. – le dio las gracias a la cajera y se acercó furioso a la mesa –
- Sal de aquí niño bonito, él viene conmigo. – su mirad brillada de ira contenida –
- Creo que el debería elegir con quien quiere estar. – el muchacho se armó de un falso valor para impresionar al pelinegro –
- Él está en una cita conmigo.
- Entonces sólo me queda pedirle una cita.
- Exacto, ¡No, espera! – demasiado tarde se dio cuenta que había metido la pata, y ahora su cabeza era un total lio –
- Lo siento, pero la única persona con la que saldría en este momento de mi vida es él. – Jae respondió con sinceridad mirando a Yunho. –
- Entiendo, pero si alguna vez te rompe el corazón no dudes en buscarme… – le guiño coquetamente –
- ¡No lo voy a lastimar, buitre!
Enfurruñado, abrazo posesivamente a Jae y beso su mejilla para enfatizar el cariño que sentía por él.
Al salir no despego su brazo de la cintura de Jae Joong, desconfiaba de todo aquel que mirara al inocente chico. Todos podrían ser posibles rivales, hasta el mesero mujeriego del restaurant vegetariano por el que pasaron le coqueteaba a Jae.
Vieron un pequeño parque, y decidieron sentase junto a la fuente. La estatua de lo que parecía ser una ninfa sentada sobre una roca adornaba dicha fuente, agregándole un toque mágico al lugar.
Jae sumergió su mano e hizo ondas en el agua, pequeñas flores flotaban y se pegaban en su piel. El tiempo parecía detenerse, la suave brisa meciendo los cabellos de su amado y su risa cristalina. Todo parecía un sueño.
- Mira Yunho. – Jae apunto feliz a un pájaro que se estaba bañando -
- Por lo que veo, él no tiene frio.
- Sólo está disfrutando lo que le da la vida.
- Eres adorable. – le miro a los ojos –
- No digas eso.
- Es la verdad, no deberías sentirte avergonzado de eso.
Yunho se acercó lentamente, y dejo un suave beso sobre los labios de JaeJoong. Sorprendió se alejó, pero enseguida volvió a acercarse para que Yunho no pensara que lo estaba rechazando.
- ¿Quieres ser mi novio, Jae Joong?
- ¡Sí! – grito emocionado y salto a los brazos del moreno –
Ambos cayeron al suelo, y rieron mientras se abrazaban. Jae lleno de pequeños besos la cara de Yunho, mientras este sonreía complacido.
La hora del almuerzo se acercaba así que partieron rumbo a casa tomados de la mano, todo aquel que les veía pasar volteaba maravillado. La felicidad les salía por los poros, y la contagiaban a los demás.
Al llegar a casa, el aroma de espaguetis los atrajo a la cocina. Vieron a Ja Yun cocinando, mientras Joon picaba los ingredientes para la salsa.
- Llegan justo a tiempo. – sonrió el mago –
- Pongan la mesa en lo que nosotros terminamos de cocinar. – agrego Ja Yun –
Mientras comían Ja Yun y Joon no les quitaban las miradas de encima.
- ¿Cómo lo pasaron?
- Bien, fuimos a tomar café. – dijo Yunho –
- ¿Y pasó algo interesante?
- Nos hicimos novios. – comento sonrojado Jae Joong-
- Mis felicitaciones. – comento Ja Yun –
- No quiero que lo lastimes. – le advirtió Joon a Yunho –
- No lo hare, realmente siento algo por él.
- Eso espero.
Jae leía un libro sobre magia junto a Yunho en el sofá, quien veía una serie de ciencia ficción en la televisión.
De la nada el sonido de una explosión llamó su atención, corrieron al laboratorio y vieron una curiosa nube rosa.
- ¿Qué ha pasado?
- Un fallo en la poción de extracto de rosas. – la voz de la hechicera se escuchó –
La bruma se disipó, y tanto la hechicera como el mago mayor estaban manchados de rosa pastel. Una risa contagiosa escapó de Jae, y rápidamente los demás le siguieron con carcajadas.
Jae inicio una pócima que lograría quitarles el color rosa, mientras la pobre Ja Yun miraba su suéter favorito arruinado.
- Tranquila, Jae es un experto en pócimas. Él podrá solucionar este pequeño percance.
Jae salió con un botellita con un líquido negruzco dentro.
- Jae, ¿seguro que eso va a funcionar? – preguntó Yunho –
- Claro que sí, cómo crees que quitaba las manchas en mi época.
- Creo que mejor lo utilizo de trapero. – Ja Yun miró con desconfianza el líquido –
Jae tomó el suéter, y con una cuchara extendió el líquido. Las manchas se volvieron oscuras e inmediatamente comenzó a brotar espuma blanca, dejo la prenda en una fuente con agua durante unos minutos. Y al cabo de un rato estaba como nueva.
- Es mucho mejor que la mayoría de los productos de limpieza.
- En nuestra época no teníamos la tecnología que hay hoy, pero los productos que usan no pueden quitar las manchas de una pócima fallida.
Jae estaba sentado en el jardín mirando las estrellas, ama ver el cielo nocturno. Sintió como Yunho se sentó junto a él, y le ofreció una copa de vino tinto.
- Ten, cariño.
- Gracias. – recibió la copa y dio un pequeño trago – Esta delicioso.
- Es dulce como tú.
- Me haces sonrojar, tonto. – le dio un suave golpe en el hombro –
- Lo siento, pero no puedo evitar decirte cosas lindas.
Una brisa atrajo unos pétalos de rosas caídos, y los hizo danzar en armonía alrededor de los enamorados. Era un ambiente romántico a la luz de la luna, se acercaron y unieron sus labios con el dulce sabor del vino aun en estos.
Los días fueron pasando y la relación se fue haciendo más fuerte, pasaban juntos más tiempo y compartían sus conocimientos sobre magia.
Yunho cada mañana le dejaba un nota con un te quiero junto a la taza de té, y Jae Joong la leía cada mañana con una sonrisa que hacía más ameno el desayuno de todos.
Joon veía con buenos ojos el camino que estaba tomando esa relación, sabía que su niño sería feliz con ese muchacho. Nunca encontró el amor en su tiempo, pero ahora en este mundo tan cambiado, el pequeño (ya no tan pequeño) encontró a quien entregarle su corazón.
- Ja Yun, quiero que me digas el futuro de los muchachos. – pidió a la hechicera –
- ¿Te preocupa algo, Joon?
- Sólo quiero saber que será de ellos en el futuro.
Ambos se sentaron frente a la esfera de cristal, una bruma espesa les dificultaba la visión. A penas se disipo pudieron ver a los muchachos en un futuro no muy lejano.
Notaron su felicidad, la naturalidad con la que expresaban sus sentimientos sin necesidad de palabras. Pero la bruma volvió, y un extraño alarido se escuchó.
Una voz femenina gritaba enardecida, se escuchan jarrones estrellarse contra en piso y hacerse mil pedazos.
- ¡Esto es tú culpa mago de pacotilla! – más cosas que se estrellaban contra el suelo se escuchaban – Debiste matarlo cuando tuviste oportunidad.
Todo se volvió claro y lograron ver a la chica arrojándole cosas al mago oscuro, ella parecía furiosa y su rostro se veía ligeramente diferente. Sus ojos eran más oscuros, su piel más pálida y sus labios delgados y opacos. Joon, abrió los ojos con sorpresa.
- ¿Qué sucede?
- Esa mujer, ella se ha transformado. Sin duda han usado un hechizo muy poderoso y peligroso.
- Esto es un problema. ¿Sabes en quien se ha transformado?
- Si, en la esposa del consejero real. – Joon suspiro preocupado – Ella era una mala mujer, envidiosa, celosa, altanera como ninguna. Durante nuestra época enviaba matones a deshacerse de todas las mujeres que se acercaban a su marido.
- Una mujer demasiado celosa. – un escalofrió recorrió la espalda da Ja Yun –
- No solo era celosa, sino que también era una caza fortunas. El consejero real siempre perteneció a la nobleza, por lo cual amasaba una gran fortuna. Una vez que ambos se hubieran casado la madre del consejero enfermo gravemente y murió, al igual que sus hermanos y hermanas. Un gran amigo mío examino a la familia cuando enfermo y también cuando fallecieron, descubrió que habían sido envenenados.
- ¿Y qué sucedió?
- Él fue encontrado muerto poco después. – miro fijamente a Ja Yun – Esa mujer es peligrosa.
La esfera de cristal seguía mostrando lo que pasaba en la guarida del mago.
- Podemos hacer un trato. – dijo logrando esquivar una antiquísima piedra preciosa –
- No creas que me engañaras otra vez, charlatán.
- ¡Puedo darte poderes! – la mujer se detuvo antes de lanzar el libro de hechizos –
- ¿Poderes, que clase de poderes?
- De fuego o rayos, podríamos destruir juntos al dragón.
- Bien, pero quiero que sufra más allá del dolor físico.
- Él tiene un enmarado, después de derrotarlo puedes quedarte con él.
- Muy bien, me gusta. Una eternidad de sufrimiento por perder a su amado.
Ja Yun y Joon se miraron el uno al otro. Sabían que debían tomar cartas en el asunto y prepararse para una cruda batalla.
Notas: Bueno, aquí esta el nuevo capítulo. Lamento la tardanza, termine el capítulo hace más o menos una semana. Pero donde vivo hubo un aluvión y estuve aislada y sin internet. Nos vemos <3
esa mujer es muy mala y espero que todo le salga mal y no logre lastimar a Jae pues el ya a sufrido bastante como para que se la pase sufriendo una eternidad que se regrese el hechizo a esos dos que nomas quieren lastimar y dañar a otros y sean ellos los que sufran una eternidad que ya se lo tienen bien ganado por todo el daño que han provocado
ResponderEliminarGracias por el capitulo
aaaaaw el amor!! ♡o♡
ResponderEliminarYunho y JaeJoong son ahora novios. Yunho tienes que estar pendiente de Jae habrá muchos tras él y querrán quitartelo, además esta el mago oscuro y esa tipa X-(
se hicieron novios q romanticooooo pero se avecinan tiempos oscuros :(
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