El alma del dragón - Capítulo 5

Se removió incomodo,  estaba recostado sobre algo suave y  se sentía diferente. Sus ojos se sentían pesados, no quería despertar. Pero presentía que debía hacerlo, poco a poco comenzó a observar lo que había a su alrededor. No podía recordar el lugar en el que estaba, lo último que venía  a su mente era ese hechicero oscuro.

Ruidos extraños se escucharon fuera de la habitación, agudizo sus sentidos y se puso alerta. La puerta lentamente se abrió con un sonido chirriante, podía ver una mano aparecer tras ella. Un rostro conocido se dejó ver, una sonrisa de felicidad se formó en su rostro.

- ¡Joon! – grito eufórico y sorprendido –

- Mi pequeño – rio enternecido –

Jae Joong corrió a abrazarle, y lloró desconsolado en sus brazos. No entendía lo que sucedía, pero estaba tan feliz de que Joon estuviera con vida.

- Pensé que habías muerto – escondió su rostro en el pecho del anciano –

- No llores, ya todo está bien.

- ¿Fue una pesadilla?

- No, pequeño. Todo fue real.

- ¿Qué?, ¿Entonces fui hechizado de verdad? – su respiración se hizo pesada –

- Si, lo siento tanto. No pude hacer nada para evitarlo.

- Te vi muerto, ¿Cómo es posible que estés aquí?

- Por medio de un hechizo.

- ¿Cuánto tiempo ha pasado?

- Más del que me gustaría, pequeño. – suspiro tomándolo de los hombros – Estamos en el año 2014.

- Han pasado siglos – su voz comenzó a temblar – 

- Estuviste todo este tiempo dormido, ni siquiera sentiste el paso del tiempo. Ahora, debes acostumbrarte a este nuevo siglo.

- ¿Las cosas han cambiado mucho?

- Más de lo que te imaginas. Por eso hay unas personas que te ayudaran a adaptarte.

Unos chicos entraron tímidamente a la habitación, y Jae Joong observó extrañado sus ropas. Nunca antes había visto algo similar, y luego se observó a sí mismo. Estaba vestido exactamente de la misma manera. 

- Hola, - saludo la chica- soy Jang Ja Yun. – sonrió de manera hermosa. –

- Es un gusto conocerte. – devolvió la sonrisa, ella parecía simpática. –

Ja Yun le dio un sutil codazo a Yunho, estaba extrañamente mudo.  El muchacho la miro, y seguidamente miro a Jae Joong.

- Eh, Y-yo – comenzó a tartamudear- So-soy Jung Yunho. – hizo una venia quizá demasiado exagerada – 

- Hola. – un sonrojo cubrió sus pálidas mejillas, ese chico era extremadamente guapo. Nunca había visto a alguien similar, en su tiempo habían chicos guapos. Pero no de esta manera –

- Nosotros nos encargaremos de ponerte al día con el siglo XIX, al principio te costara. Ya que las cosas han cambiado mucho desde que te hechizaron.

- Hare mi mejor esfuerzo.

Comenzaron enseñándole la electricidad, Jae se sorprendió de esto y se quemó los dedos al tocar la bombilla caliente. También le explicaron sobre la televisión, el Internet y otras maravillas que se había perdido en estos siglos.

- ¿Cómo pueden con tanta información? – suspiró cansado – Siento que la cabeza me va a explotar.

- Lo iras entendiendo poco a poco. – sonrió Yunho –

- Han avanzado a pasos agigantados en estos siglos. Cuando era niño no hubiese siquiera soñado con algo como esto.

- Te aseguro que a principios del siglo pasado tampoco se lo hubiesen imaginado. 

- Es increíble la cantidad de cosas que han creado en sólo cien años.*

- Y aún hay más por descubrir e inventar.

Los días pasaron y buscaron la manera de evitar que Jae entrara en la tienda, no querían que algún cliente intentara aprovecharse de su inocencia. 

¿Por qué no puedo ir allí con ustedes? – preguntó curioso –

- Puede haber gente mala allí afuera, no sé cómo era todo en tu tiempo .Pero he de suponer que también habían personas que se aprovechaban de los más inocentes – sonrió Ja Yun explicándole –

- Ya veo, aún existen personas así.

- Y creo que ahora son mucho peor. – suspiró Yunho –

- ¿Por qué lo dices? – preguntó curioso Jae- 

- Hay estafas, guerras, asesinatos.

- En nuestros tiempo también las cosas estaban mal – recordó Joon - , el mundo no ha cambiado mucho. Las personas siguen dejándose llevar por la ambición y el odio.

Poco a poco le dejaban acercarse al mundo exterior, la primera vez le dejaron entrar a la tienda cuando estaba cerrada.  Cuando se acercó a la ventana no pudo disimular su sorpresa al ver la cantidad de cosas extrañas que había allí afuera.

- ¿Esas cosas con ruedas son las carretas del siglo XIX? – preguntó curioso al ver unos automóviles –

- Son más bien como los carruajes de tu época. 

- ¿Los burgueses los usan para transportarse?

- Bueno, en realidad sirve para transportarse y para trabajar. 

- ¿Quiénes las usan?

- Todos, sean ricos o pobres. Claro, mientras tengas para pagarlo. – explicó Yunho –

- Oh, entiendo.

En la guarida del hechicero oscuro todo era un desastre, el hombre estaba totalmente furioso. Ahora con el hechizo roto no tenía forma de controlar el gran poder que se multiplicaba en esa casa. No sólo estaba el poder de la hechicera blanca y el nuevo mago, ahora también estaba el poder del joven dragón y del viejo Joon.

- Tengo que buscar la manera de que ese poder deje de crecer, si el joven dragón comienza a practicar magia estaré perdido.

El mago se aproximó a su libro de magia negra, y en el encontró un hechizo que podría ayudarlo. El hechizo consistía en crear una criatura maldita a partir de un sacrificio humano; era de suma importancia que se llevara a cabo un día sin luna en la piedra de sacrificios, en la gruta secreta en el bosque. El mago sabía que ese hechizo podría ser peligroso y contraproducente, pero necesitaba poner en su lugar a ese joven dragón. No podía arriesgarse a que el hechizo rebotara ahora que estaba roto. Debía invocar el alma de la mujer que le pidió que lo maldijera, y ponerla bajo su control. Era la única manera de protegerse a sí mismo de la maldición.

Vio a MinHee sentada en un esquina arreglándose las uñas, ella sería perfecta para realizar el sacrificio. Un perfecto títere al que le sería arrebatado su alma. 

- Muchacha – le habló -, ya se la manera en que ese chico sea tuyo.

Los ojos de la chica brillaron de emoción, su ingenuidad era una gran ventaja para sus planes.

Esa noche  la luna brillaba esplendorosa en el cielo. Jae sonreía viendo el firmamento, podría jurar que no había visto una noche tan hermosa desde antes de ser hechizado. Quería estirar las manos y tocar las estrellas, se preguntaba que habían descubierto en estos años sobre ellas. Quizá debía ir con Yunho, y preguntar sobre eso, después de todo él se había convertido en su fuente de información infinita.

Toco la puerta de la habitación del moreno y espero a que le abriera la puerta. Yunho sonrió al verlo, sin pensarlo mucho le dejo pasar.

- ¿Qué sucede? 

- ¿Qué se ha descubierto sobre las estrellas?

- ¿Qué quieres saber exactamente?

- Todo, todo aquello que se sepa sobre ellas.

- Oh bueno, eso será un poco complicado. – suspiro – Déjame buscar un poco de información en Internet, y  resolveré tus dudas.

- De acuerdo.

Pasaron cerca de diez minutos en los que Yunho buscaba la información, Jae vio al moreno darse la vuelta y le miro con ojos ansiosos.

- Pues, según esto, – dijo mostrando una página de Internet -  las estrellas son objetos astronómicos que brillan con luz propia.

- No lo entiendo.

- Es complicado, para poder explicarte todo y que lo entiendas es necesario enseñarte sobre ciencias. 

- ¿Qué clase de ciencias?

- Ya sabes, física, astronomía moderna. Es complicado, pero intentare explicarte. – suspiro profundamente – Veras, las estrellas son esferas de gas que emiten tres tipos de energía hacia el espacio, la radiación electromagnética, los neutrinos y el viento estelar y esto es lo que nos permite ver las estrellas como son. Es decir puntitos que titilan en el cielo nocturno. ¿Entendiste? 

- No mucho la verdad, pero gracias.

- ¿Qué no entendiste?

- Eso sobre la radiación.

- La radiación electromagnética es un tipo de campo electromagnético variable, una combinación de campos eléctricos y magnéticos oscilantes, que se transportan a través del espacio llevando energía de un lugar a otro.

- Sigo sin entender.

- Bueno, iremos explicándote sobre estas cosas más adelante poco a poco. 

- Todo me parece fascinante, pero creo que me he perdido de mucho durante el tiempo que estuve dormido.

- Tranquilo, poco a poco iras comprendiendo todo.

Los días pasaron lentamente, Jae progresaba en sus conocimientos sobre el mundo moderno y lentamente retomaba la práctica de  magia. Comenzó con hechizos básicos, invocando cosas pequeñas y que no lo cansaran demasiado.  Joon estaba orgulloso de sus avances, ya que nuevamente podía retomar el entrenamiento de su aprendiz.  

Quien estaba lejos de estar feliz con el poder que crecía día con día en aquella casa era el mago Dak Ho, estaba total y completamente nervioso siguiendo los pasos del hechizo que le permitiría llevar acabo el sacrificio. Tenía listas las pócimas,  el conjuro gravado en su memoria y la inocente victima dispuesta a hacer lo que sea. Sólo tenía que esperar un par de noches, y la noche sin luna llegaría.

La noche tan esperada por Dak Ho llegó, una extraña vibración recorría las columnas de quienes habitan ese pequeño pueblo.  El aire se sentía extrañamente frio, la humedad en el ambiente y la oscuridad hacían la noche totalmente tenebrosa.

Dak Ho y MinHee caminaban por los senderos del bosque, la penumbra les hacía demasiado difícil la tarea de ver el camino por el que avanzaban. 

- ¿Cuánto falta? –pregunto la chica ya aburrida de tropezar con sus propios pies –

- No mucho – respondió el mago, él sabía exactamente al lugar al que se dirigían – 

- ¿Me prometes que Yunho será mío cuando hagamos este extraño hechizo?

- Si, lo prometo – Dak Ho le había hecho creer a la muchacha que el hechizo la haría irresistible. Por lo que voluntariamente se dirigía a lo que sería la antesala del horror –

Iluminó la cueva con antorchas y le dio de beber a MinHee una de las pócimas, la chica se fue quedando dormida en un rincón. Una vez estuvo sumida en la inconciencia, el mago la recostó en la piedra de los sacrificios; amarro sus manos y pies con fuerza, y vertió otra pócima por sus labios entre abiertos. Recito el conjuro,  un aura oscura lo rodeo, sus ojos se tornaron blancos y una brisa fría por poco y logra apagar las antorchas. MinHee comenzó a convulsionar, y Dak Ho cortó una de sus palmas para verter su propia sangre sobre el cuerpo de la muchacha. Procedió a cortar la garganta de la chica, y vio como ella exhalaba su último aliento de vida mientras él mezclaba sus gotas de sangre con el río que salía de la yugular. La  espalda de la chica se arqueo y parecía elevarse unos cuantos centímetros de la piedra de los sacrificios. Una luz brillante de color rojo cegó por unos momentos al mago, y cuando esta se disipo vio los ojos de la chica abiertos y sin rastro de alguna emoción. Sólo una mirada fría, sin alma y la herida en el cuello totalmente curada. Entonces lo supo, el conjuro había funcionado.

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* A lo que se refiere Jae es al gran avance tecnológico que hubo durante el siglo XX. Ya que durante todo el siglo pasado la tecnología avanzó a pasos agigantados. De hecho muchas de las cosas que usamos hoy en día fueron inventadas en el transcurso del siglo pasado, como por ejemplo las computadoras, la televisión, los aviones, etc.

P.D:

Gracias a todos por esperar este capítulo, tuve un gran periodo sin inspiración y con problemas familiares. Por suerte mi prima ahora esta en rehabilitación, ha dado grandes avances y eso me tiene más tranquila. Mil gracias por esperar, y espero que les gustara el capítulo. Los amo <3