lunes, 4 de agosto de 2014

El Alma del Dragón - Capítulo 2

- ¿En serio creían que se podía crear oro a partir del mercurio? – pregunto sorprendido Yunho –
- El mercurio de los filósofos, que es básicamente una variante desconocida. – explicó Ja Yun –
- ¿Desconocida? ¿Cómo es posible que usaran un material desconocido para el mundo actual? - cuestiono Yunho - ¿Qué hay de los textos que escribieron?
- Son confusos, los alquimistas eran muy reservados respecto a sus investigaciones. Ellos ocultaban sus conocimientos atreves de símbolos, y dejaban pistas respecto a ellos. Pero son difíciles de descifrar.
- Increíble.
- Pero nuestro objetivo no es hacernos ricos, nuestro objetivo es lograr hacer elixires que ayuden a despertar tu poder.
- ¿Y si los haces tú, y yo los bebo?
- No, un buen mago también debe ser un buen alquimista.
- ¿Por qué? – pregunto algo cansado –
- Porque ambas habilidades van de la mano, no puedes ser uno sin ser lo otro. Aprendes ambas o no aprendes ninguna.
- Entiendo, pero, ¿no hay una forma más sencilla de aprender alquimia?
- La alquimia es mucho estudio, entendimiento y poder.
- ¿Cuándo podré practicar alquimia?
- Cuando llegue el momento, lo sabrás.
- Odio que seas tan misteriosa.
- Así es la magia, y todo lo que la rodea – sonrió –



Los días fueron pasando, y con ellos Yunho adquiría conocimiento. Ja Yun comenzó a enseñarle la preparación de pócimas básicas, como las pócimas medicinales.

- ¿Las pócimas medicinales sirven?
- Principalmente para problemas estomacales.
- Ósea que – la miró con cara de asco –
- No, quitan el dolor de estómago. No es un laxante.
- Oh, ya entiendo – dijo algo avergonzado –
- Saldré a recolectar algunas cosas, vuelvo enseguida. 

Ja Yun llego por uno de sus portales, y con ella trajo un pequeño bolso con hierbas. 

- Yunho, ven aquí.
- ¿Qué sucede?
- Hoy te enseñare a hacer un elixir medicinal.
- ¿Para eso son todas esas hierbas?
- Por supuesto, este elixir sirve para calmarse en situaciones críticas.
- ¿Es un tranquilizante?
- Algo así, ahora saca las hierbas de allí mientras yo voy por los cuencos.

Estaban encerrados en un cuarto oscuro y caluroso,  el olor del azufre inundaba el lugar. En un pequeño caldero hervía una extraña mezcla. 

- Ya está casi listo, ahora agrega las setas.  – le dijo Ja Yun –
- De acuerdo, ¿Cuántas agrego?
- Cuatro.

Luego de agregar las setas, la pócima comenzó a cambiar de color. Ja Yun se acercó a revolver la mezcla y apago el fuego. 

- Ya puedes beberla, esta fría – dijo entregándole un vaso con el líquido –
- No me inspira mucha confianza 
- Con un pequeño trago basta, y sin chistar.
- ¿En verdad debo beberlo?
- Los alquimistas prueban todas las pócimas que crean, es algo que se ha hecho desde la edad antigua.
- ¿Y lo seguimos haciendo por tradición?
- Se podría decir, pero también es necesario para comprobar su efectividad.
- No funcionara, no estoy en una situación crítica.
- Si la bebes te sentirás más clamado, como si todos los problemas desaparecieran.

La bebió de golpe y en su cara se hizo notar el desagradable sabor. De repente la tranquilidad lo envolvió. 

- ¿funciono?
- Si, siento como si nada pudiese molestarme. 
- Bienvenido al mundo de la alquimia.

Minhee seguía esperando frente a la posada, había pasado un tiempo desde que había visto a Yunho allí.
Estaba segura que estaba con esa muchacha. Y eso la hacía enfadar, si tan sólo supiera en donde se encontraba.

- Yo podría ayudarte – escucho una voz –
- ¿Quién está ahí?
- No puedo decírtelo, pero puedo ayudarte.
- ¿Dónde estás?
- Estoy y no estoy, puedes oírme pero no verme. 
- ¿De qué hablas?
- Hablo de que si quieres puedes encontrarme, pero para ello debes estar dispuesta a lo que sea, por cumplir lo que quieres.
- ¿Y según tú, qué quiero?
- Quieres a ese muchacho, ¿no es así?
- Sí, pero él nunca me ha notado.
- ¿Qué dirías si te ayudo en eso? Pero para ayudarte, tú debes prometer ayudarme. 
- ¿En qué podría ayudarte?
- En breve ocurrirá un hecho importante, que podría traer consecuencias. Y tú y yo podemos evitar que llegue a mayores.
- De acuerdo, te ayudare.

Yunho cada día estaba más fascinado con la alquimia, se sumergía en textos antiguos y en símbolos alquímicos. La idea de poder transmutar mercurio en oro estaba presente en su mente. Y Ja Yun cada día temía más, veía la codicia en las pupilas de su aprendiz, y ella sabía que de continuar así no podría llevar acabo su tarea. 

- Yunho, es hora de dormir – tocó la puerta suavemente – apaga la luz.
- Sí, sólo un poco más y me duermo.
- De acuerdo – ella sabía que estaba leyendo sobre la transmutación, y eso la frustraba –

Ja Yun dormía entre sueños intranquilos, hasta que un luz disipo todas las pesadillas. Un hombre mayor apareció en cuanto la luz se disipo.

- ¿Qué sucede Ja Yun?
- Joon, se trata del elegido, últimamente veo la codicia brillar en sus ojos. 
- Esto está mal, si continua así no cumplirá con su destino.
- Creo que no fue buena idea enseñarle alquimia.
- Debes llevarlo allí.
- Pero podría ser peligroso.
- La profecía dice que sólo despertara cuando el elegido este listo para luchar.
- Preparare todo lo necesario.
- Pon un hechizo en la cueva, no debemos arriesgarnos.
- No te preocupes, seré cuidadosa.
- Confió en ti.

Un rayo de sol se coló entre las cortinas, y lentamente comenzó a abrir los ojos. Suspiró y aparto las sábanas.

Entreabrió la puerta de la habitación de Yunho, y lo vio durmiendo con el libro de alquimia junto a él. Decidida, se encamino a la biblioteca y abrió un portal.  Una capa cubría su cuerpo y se paró frente a aquel lugar, una ligera vibración mágica erizo los delgados vellos de sus brazos. Justo allí, un hechizo ocultaba aquello que lo mortales no podían ver, y al mismo tiempo los protegía. Sólo unos pasos la separaban de aquel bosque mágico, en que criaturas de otra época habitaban.

Cruzó el portal que protegía el bosque, y sin detenerse a mirar siguió con su camino. A paso rápido subió la montaña por el estrecho sendero, y luego de casi una hora estaba frente a la cueva.

Una poderosa magia vibraba en aquel lugar, el ambiente se volvió frio y en un suspiro tembloroso dejo escapar vaho. 

Ja Yun cerró los ojos,  en un susurro comenzó a repetir un mantra. Con él se aseguraría de que el dragón no despertara antes de lo previsto.  

La joven bruja entro en un trance, y en medio de este visualizo al dragón que yacía profundamente dormido en un recóndito lugar de la cueva. La bestia se camuflaba en la oscuridad, y sólo se lograban distinguir pequeños destellos de sus escamas.

Salió del trance, y con el alivio en la mirada se encamino  al portal que dividía el bosque del mundo humano. 

Cuando volvió a casa todo estaba en silencio, miró el reloj y se dio cuenta que ya hace un tiempo habían pasado las 9 de la mañana. Estuvo fuera por varias horas, sin embargo no había rastro de Yunho.

- ¿Yunho? – le llamó buscándolo por la casa – ¿Dónde está ese muchacho?

Fue a la tienda, y se asomó por la puerta de entrada. Pero no lo encontró. De repente una idea le cruzó por la cabeza, seguramente el chico seguía en la habitación.

Al entrar pudo comprobar, que efectivamente Yunho seguía dormido.

- ¡Jung Yunho, levántate!

Como era de esperar, el moreno no logró reaccionar a tiempo y terminó en el piso, enredado entre las sábanas.

- Ja Yun, me asustaste.
- Te busque por toda la casa.
- ¿Y eso por qué?
- Pensé que ya te habías levantado, son casi las 10.
- ¿Tan tarde es?
- ¿A qué hora te dormiste?
- Sobre las tres de la mañana – susurró –
- Por Merlín, tendré que esconder los libros de alquimia.
- No por favor, además tú dijiste que debía estudiar alquimia para aprender magia.
- Yunho, la codicia se está apoderando de ti. Sólo estas interesado en el oro, y no en tu objetivo. 
- Yo no pedí esto, no pedí formar parte de esta locura.
- Es tu destino, si tu no lo cumples, nadie lo hará. 
- No es como si me interesara arriesgar mi vida por esto. – pasó junto a Ja Yun y comenzó a marchar hacia la tienda. –
- Si te marchas no habrá vuelta atrás, condenaras a un alma inocente a vivir un castigo que no merecía, por toda la eternidad. 

Yunho dudo un momento, pero finalmente tomo firmemente el pomo de la puerta. En un abrir y cerrar de ojos estaba en medio de la nada, tras él estaba Ja Yun mirándole.

- No permitiré que lo eches a perder.
- ¿Dónde estamos?
- En un lugar que ninguna mortal ha visto jamás.
- ¿Qué hacemos aquí?
- Quiero que veas con tus propios ojos, lo que pasa con los malditos.

Ja Yun tomo de la muñeca a Yunho, y sin pensarlo dos veces atravesaron el portal.  Una extraña criatura los observo, y soltó un fuerte alarido. Yunho retrocedió asustado, aquello parecía un pequeño y feo trasgo.  La horrible criatura corrió hasta perderse de su vista.

- ¿Qué era eso?
- Un maldito, vendió su alma y belleza para salvar a quien amaba. Pero ella lo rechazo al verlo convertido en esto, y se fue con otro por su dinero. Yunho, cada uno de ellos tiene una historia y cada uno un tiempo límite.
- ¿Tiempo límite? – comenzó a seguir a Ja Yun por los senderos –
- Varía dependiendo del hechizo, algunos tienen 10 años otros 100, antes de que la maldición se haga permanente.
- ¿Cómo que permanente? No sabía que la maldición podía ser permanente.
- Lo son, todas y cada una de ellas. Cuando el tiempo acaba, el o la maldita será condenado a vivir con la forma que tomo eternamente. 
- ¿Y cuánto tiempo tiene él antes de convertirse definitivamente en eso?
- 500 años – ella le miró a los ojos – Tenemos a lo mucho un año para acabar con la maldición, de lo contrario se convertirá para siempre en un dragón.
- ¿Qué podría ser lo peor de que fuera un dragón siempre?
- Podría despertar y destruirlo todo. Por naturaleza tiene un instinto destructivo y salvaje, si no rompemos la maldición su alma humana desaparecerá y sólo quedara la bestia.
- Yo – Yunho no sabía que decir, él quería ayudar pero no se sentía capaz –
- Tienes que hacerlo Yunho, su destino depende de ti.
- Lo haré – dijo dando un suspiro –
- Ya verás que valdrá la pena el sacrificio.

Recorrieron la ladera de la montaña hasta llegar a la cueva, Ja Yun lo tomo de la mano y juntos entraron. Con nada más que una antorcha que los iluminaba se adentraron por el oscuro pasadizo, y casi al llegar al final lo vieron. El majestuoso dragón de negras escamas estaba allí dormido, parecía inofensivo allí acurrucado con sus alas cubriendo su cuerpo. Yunho logró ver que al reflejarse la luz en sus escamas brillaba un destello azulado. Era hermoso e imponente, ni el más gallardo caballero de eras pasadas se hubiera atrevido a hacerle frente.

- Es hermoso – dijo sonriendo –
- Él era un joven muy hermoso y bondadoso, lo que fue aún sigue vivo. Pero a medida que el tiempo pasa, una parte de su alma pura se corrompe. No podemos seguir retrasando esto, de lo contrario cuando estés listo, no habrá nada que salvar.
- Enséñame todo lo que sabes.
- Claro que lo haré. – Ja Yun sonrió feliz – Sé que quieres tomar una foto, anda hazlo.
- ¿Puedo?
- Claro, el dragón no despertara sólo porque la luz del flash le moleste – rio con ganas –

Yunho se apresuró en tomar su móvil y enfocando la cabeza del dragón le tomo una foto. El flash ilumino las escamas y el destello azulado fue captado por la cámara. Yunho observo la foto y sonrió al ver lo bien que había quedado. 

“Romperé el hechizo, te salvare. Lo prometo” – pensó mientas veía al dragón apaciblemente dormido.



Nota: Gracias a todas las que comentaron, la verdad es que me hace mucha ilusión leerlas. Me dan una inyección de inspiración, se los agradezco <3

5 comentarios:

  1. huuuuuuuuuuuuuuuuuy que lindo yunho ya conoció el dragón de jae ahora nomas falta que logre terminar con el hechizó para que yunho conozca físicamente a el que sera el amor de su vida
    me encanta y ya quiero que lo deshaga para que se puedan encontrar los dos :) nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn muy bello me encanta
    lo importante es que yunho no se deje ganar por la avaricia y ninguna otra cosa que lo distraiga de su objetivo que es liberar a jae de ese hechizó
    estaré esperando el siguiente GRACIAS por el capítulo hasta pronto bye

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  2. aww ojala yunho no se deje llevar por la codicia del oro y pueda salvar a jejung :C
    ya sabia yo q la tipa esa va a ser un dolor de cabeza entre el yunjae e,e
    ademas el q le habla debe ser el mago q condeno a jae D: dadsad esta muy interesante gracias x compartir ^^

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  3. lindo muy lindo ya creia que la bruja lo iba a dejar ir pero no se dio x vencida y lo arrastro con ella y Yunho decidio hacerlo ya con forma de dragon dejo impresionado a Yunho imaginenlo cuando lo vea de forma humana babeara como los perros buldog jajaja garcias linda x compartir actualiza pronto xfa

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  4. ohhhh yunho casi se ve tentado con la idea de convertir en oro las cosas con la alquimia, afortunadamente Ja yun estuvo ahi y lo hizo reflexionar y ya conocio al hermoso dragon q es jae <3

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  5. Wow x fin lo conoció...aunque fue en su cuerpo de dragon y aún así le pareció maravilloso...no cabe duda este Yunjae nació para estar junto!!

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