Te culpé - capítulo 1

Durante 5 años trabajó como columnista en una importante revista. Era el trabajo de sus sueños, y era feliz de recibir halagos de su jefa y compañeros. Sentía su felicidad completa al llegar a casa y ser recibido por un plato de comida caliente, y la dulce sonrisa de su novio.


Nunca pensó que su felicidad se vería truncada al descubrirse su condición sexual. La furia de la editora en jefe se sentía en cada pasillo, y a gritos llamo a Yunho a su oficina.

- ¿Me quería ver señorita Chang?

- Entra y cierra la puerta. – dijo dándole la espalda – Nunca espere esto de ti. – su tono era sombrío –

- ¿A qué se refiere?

- ¡Cuánto tiempo pensabas ocultarlo! – grito sin poder contenerse más –

- No entiendo. – la sorpresa marcada en su rostro –

- ¡No finjas! – le miro con el ceño fruncido – Eres un degenerado, un anormal – el odio en sus palabras hacían a Yunho encogerse en la silla - ¡No quiero verte aquí otra vez!

- Pero, por qué.

- Lo sé todo, sé que te acuestas con ese marica. ¡Mientras viva ningún desviado trabajara en mi revista!

Recogió las cosas de su cubículo, soportando las miradas de repudio de sus compañeros que le taladraban la nuca.

¿Qué hizo reaccionar así a Mary Chang?, ¿Por qué esa mujer despidió a Yunho sin motivo? Ella sentía un gran odio hacia los homosexuales, ¿La razón? No había ninguna valida. Además llevaba enamorada de Yunho desde hacía 3 años, y saber que aquel hombre era gay la asqueo.

Ese día al llegar a casa se encontró a su novio cocinando su platillo favorito.

Él al sentir la puerta abrirse se sorprendió, y con una sonrisa le abrazo.

No pudo evitar pensar que se burlaba de su desdicha.

- Hoy llegas temprano – oculto la cara en su cuello - ¿Qué ha pasado? – la preocupación se marcó en sus ojos negros, él noto la tristeza de su novio –

- Me despidieron.

- Oh, cariño. Lo siento – le abrazo más fuerte y le dio una delicado beso en la mejilla –

Rodeo con sus brazos el frágil cuerpo, y beso sus cabellos intentando calmarse.

- Terminare de preparar la cena, ¿De acuerdo?

Sólo movió la cabeza en aprobación y se sentó en el sofá mirando sus pies. Estuvo tanto tiempo ensimismado, que no se dio cuenta que su novio le hablaba.

- Ven a comer – le acaricio el hombre –

Apenas toco su plato de comida, aun cuando amaba la comida del chico pelirrojo.

Mientras se preparaban para dormir escucho decir a su novio algo de “ellos se lo pierden”, y “cuando consigas un nuevo trabajo se lamentaran por haberte despedido”. Tenía a Jae Joong recostado en su pecho, dormía plácidamente. Pero él no podía cerrar los ojos, estaba preocupado, qué haría ahora que no tenía trabajo, cómo pagaría las cuentas, cómo compraría la comida, tantas preguntas que no le dejaban dormir. Miraba a Jae Joong y se decía, “yo era el único que trabajaba, ahora cómo viviremos”.

A las cinco de la mañana el cansancio lo venció, y hasta las diez estuvo sumergido en intranquilos sueños. Su mente le hacía malas jugadas, no paraba de repetirle “él es culpable de esto”, “si no fuese por él aún tendría el trabajo”. Pero estos pensamientos se borraron al recibir una llamada, era una entrevista de trabajo. Jae Joong plancho su mejor traje, y le sonrió.

- Te ves muy guapo. – le arreglo la corbata – Conseguirás el trabajo, ya verás.

Estaba nervioso, veía a muchos candidatos a su alrededor. Junto a él estaba un hombre que había trabajado como editor en Los ángeles, y no paraba de presumirle sus grandes logros.

- Señor Jung, su turno – la secretaria le sonrió amablemente –

Entro a la oficina ya con los nervios a flor de piel, pero hizo su mejor esfuerzo en ocultarlo.

- Buenos días – saludo el hombre frente a él –

- Buenos días – le saludo con un apretón de manos –

- Siéntese por favor – le indico la silla frente al escritorio –

- Veo que viene sin recomendaciones. – dijo extrañado – Trabajó en Marys’s magazine, lo siento. Pero no puedo contratarlo.

- ¿Qué?

- No puedo contratar a alguien que viene sin recomendaciones, es política de la empresa. – Yunho supo que mentía –

Se fue sin decir nada, pero no podía creer que por su anterior trabajo, lo despachara. En algo tenía que ver Mary Chang.

Tuvo cuatro entrevistas de trabajo y en todas fue rechazado con solo saber dónde trabajó, o nada más saber su nombre. Su novio había comenzado a disminuir gastos comprando comida en oferta, según lo que le dijo era para hacer durar más el dinero. Ahora se arrepentía de haber comprado el auto nuevo, pero en el momento había sido necesario. Sin contar el costoso reloj que compro a Jae Joong en su cumpleaños, si sólo no hubiese comprado ese reloj su cuenta bancaria no habría disminuido tanto.

De nuevo estaba ahí ese rencor sin motivos contra Jae Joong, pero no podía evitar pensar de esa manera.

El incesante teléfono no dejaba de sonar, y él no quería levantarse aun.

- Jae Joong, contesta el teléfono – pero nadie respondió – Jae Joong – llamó otra vez –

Se levantó desganado y lentamente fue hacia el teléfono.

- ¿Diga?

- ¿Qué tal te va Yunho? – escucho la voz de su ex jefa –

- Señorita Chang – dijo sorprendido –

- ¿Dificultades para encontrar trabajo? –se burló – Así aprenderás que nadie quiere a un desviado en su empresa, deberías corregir esa anormalidad que llamas amor entre dos hombres. Dame las gracias, estoy ayudándote a volver al camino correcto. – la mujer colgó y Yunho sintió la sangre hervir de rabia –

Arrojo el teléfono lejos, y dio un grito de desesperación. La puerta se abrió, y Jae Joong quedo sorprendido al ver el teléfono destrozado.

- ¿Qué ha pasado?

- Nada – volvió a la habitación y cerró la puerta bruscamente –

Ese día no quiso comer nada, y al momento de dormir tomo unas mantas y se fue al sofá.

Jae Joong estaba preocupado, cada día veía como Yunho se volvía más frio, cada día su humor empeoraba, y siempre optaba por irse a comer fuera que probar su comida. Sus amigos le habían dicho que le dejase ser, que se le pasaría y volvería a ser el mismo Yunho de siempre. Pero ya era una semana desde aquello, estaba comenzando a desesperarse.

Esa mañana al revisar la cuenta bancaria se dio cuenta que el dinero comenzaba a escasear. Su novio no lograba conseguir trabajo, y pensó que lo mejor era encontrar uno de medio tiempo. A Yunho no le gustaría, el odiaba que él trabajase. Pero por el bien de ambos debía comenzar a trabajar. Esa mañana mientras hacia la compra vio un letrero solicitando ayuda en la cafetería.

- ¿Tienes experiencia cocinando?

- No soy un profesional, pero puedo dar lo mejor de mí.

- De acuerdo, el empleo es tuyo – sonrió – te quiero mañana a medio día aquí.

- Muchas gracias.

Yunho no había dicho nada cuando le comento lo del trabajo, simplemente hizo un ruido de fastidio y se encerró en la habitación.

Tenía miedo de que Yunho le dejase, simplemente no podría soportarlo. Aquel hombre era su vida, su razón de ser, lo era todo para él.

Pero Yunho cada vez se alejaba más, salía cuando él llegaba a casa y se iba de la habitación cuando él entraba. No lograba entender que había hecho mal. Siempre intento ser el mejor novio, siempre intento hacerle feliz, y creyó que lo estaba haciendo bien. Pero ahora, todo parecía desmoronarse.

Yunho sentía que ya no podía mirar a la cara a su novio, cada vez que veía su sonrisa ese odio irracional crecía. Y no le gustaba esta situación, siempre amó a su novio pero ahora parecía no poder hacerlo.

Había tenido una entrevista de trabajo el día anterior, pero de nuevo había sido rechazado con la excusa de no tener una carta de recomendación. Estaba realmente aburrido de esto, estaba estresado y el trabajo de Jae Joong no traía mucho dinero a casa. Seguramente se lo gastaba en algo, pero no sabía en qué. Sintió la puerta principal abrirse, y los pasos de Jae Joong hacia la cocina. Al cabo de un rato Jae Joong entro en la habitación, y se sentó al otro lado de la cama.

- La cena ya está lista – susurro mientras le acariciaba la espalda - ¿Quieres que te la traiga?

Simplemente no contesto, no tenía ganas de hablarle.

- Amor – le apretó suavemente el hombro y él le aparto la mano con un movimiento brusco – Te traeré la comida – pudo sentir el tono triste en su voz, pero no le importó –

- No quiero nada.

- Pero debes comer.

- No quiero nada que venga de ti.

- Yunho, – se le quebró la voz – por favor, dime qué hice mal.

- Es tu culpa – el rencor se notaba claramente –

- ¿Qué cosa es mi culpa?

- ¡Toda esta mierda! – se levantó bruscamente mirándole con odio –

- No entiendo – las lágrimas se acumulaban en sus ojos –

- ¡Si nunca hubiese salido contigo aún tendría mi trabajo!, ¡Tendría la aprobación de mis padres! Y lo más importante ¡sería normal! – no estaba midiendo el veneno de sus palabras - ¡Me arrepiento de haberte conocido!

Salió de la casa con rumbo desconocido, dejando a Jae Joong destrozado tras él. Jae Joong se sentó al borde de la cama, y se abrazó a si mismo mientras lloraba. Sus sollozos lastimeros se escuchaban por toda la casa.

Yunho no volvió a casa hasta la mañana siguiente, olía a alcohol y perfume barato. Ni siquiera le dirigió una mirada, y se encerró en la habitación.

Los días pasaban y la situación con Yunho no mejoraba, él seguía odiándolo y saliendo a bares. Pero su corazón se destrozó el día en que Yunho llego temprano a casa. Había estado esperándole como un idiota, recostado en el sofá. Cuando sintió la puerta abrirse se levantó, pero no podía creer lo que estaba viendo. Yunho entraba a la casa con una mujer, la retuvo contra la pared y la besó. Lo vio dirigirse a la habitación con ella, y sintió su mirada de desprecio. Quería demostrarle que ya no significaba nada para él. Esa noche salió de casa entre sollozos, mientras se escuchaban los gemidos de la chica en casa.

Sus amigos Yoo Chun y Junsu, lo encontraron con los ojos enrojecidos junto a la puerta de su departamento.

- ¿Qué haces aquí Jae Joong? – preguntó Junsu preocupado –

Jae Joong no contesto, sólo se levantó y los miró. Y antes de intentar decir algo, se desmayó.

- ¡Jae Joong! – gritaron asustados –

Lo recostaron sobre el sofá y esperaron a que despertara.

- ¿Cómo te sientes? – Yoo Chun le tocó la frente dándose cuenta que tenía fiebre –

Pero lo que más alarmo a los chicos fue la tristeza en la mirada de Jae Joong.

- ¿Qué ha pasado?

- Él no me quiere.

- ¿De qué hablas? – intento tranquilizarlo Junsu – Yunho te ama mucho.

- No, – comenzó a sollozar – él fue a casa con una mujer.

Acomodaron a Jae Joong en una habitación y se aseguraron que dormía. Una vez entraron a su habitación, Yoo Chun no hizo esperar su disgusto.

- Mataré a Yunho – comenzó a caminar de un lugar a otro - ¡Jae Joong le ha dado toda su vida! ¿Y cómo le paga? ¡engañándolo frente a sus ojos!

- Yunho está pasando por un mal momento, y no está pensando racionalmente – intento calmar a su novio, no quería que en un arrebato fuera a dañar a Yunho, y por consiguiente dañar a Jae Joong –

- Yunho es simplemente idiota. ¡Un idiota que no aprecia al amor de su vida!

Junsu ya no tuvo nada más que replicar, después de todo a Yoo Chun no le faltaba razón.

Yunho se despertó con un dolor de cabeza terrible, sentía su cuerpo pesado y había alguien sobre él. Pensó que era el cuerpo de su novio, y recordó ese sueño extraño. El sueño en que llegaba a casa con una desconocida, y frente a su novio se la llevaba a la habitación. Odiaba esas pesadillas, odiaba que su subconsciente quisiera hacerle daño a Jae Joong, y se odiaba por el daño que le había hecho en aquellos días. Pero ahora parecía que las cosas habían mejorado, habían hecho el amor la noche anterior. Dirigió sus manos a la cintura, y la deslizo hasta la delgada cadera, pero lo que palpo no fueron las caderas delegadas de su novio, ni su estrecha cintura. Lo que palpo fue una cintura pequeña y unas caderas pronunciadas. Abrió los ojos de golpe, y vio una mata de cabello negro y largo. Se apartó bruscamente haciendo que la desconocida despertara.

- Buenos días guapo, ¿Quieres seguir con la diversión? – dijo sugerente –

Se maldijo internamente, ¿Qué había hecho? ¿Dónde estaba Jae Joong? Llego a la conclusión de que no había sido una pesadilla.

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