Te culpé - capítulo 2

Jae Joong había enfermado gravemente desde aquel día, la fiebre no bajaba y él no despertaba. Los chicos asustados lo llevaron al hospital, donde permanecía internado desde hacía una semana.

Hace poco habían tenido noticias de Yunho, su amigo Changmin les dijo que estaba buscando desesperadamente a Jae Joong. Sólo le pidieron que no le dijera nada sobre el paradero de Jae Joong, ya suficiente daño le había hecho.



Yunho dedicaba todo su tiempo en buscar a Jae Joong, ya no le importaban las entrevistas. Sólo quería de vuelta a su Jae Joong para pedirle perdón. Pero no sabía si le perdonaría, él había sido un idiota sin sentimientos. Si sólo su ex jefa no hubiese sido tan venenosa al despedirlo, si sólo las cosas no se hubiesen dado así. No quería perder a Jae Joong, realmente lo amaba, y aun cuando dolió que sus padres le dieran la espalda por ser gay, no se arrepentía de ese amor. Había dicho cosas crueles y que no sentía, sólo porque se sentía frustrado y dolido. Desde que inició su relación con Jae Joong supo que no sería fácil, no entendía porque las palabras de su jefa y los constantes rechazos en ofertas de trabajo le habían afectado así. Sólo esperaba que le perdonase, y volviesen a vivir juntos.

Golpeo la puerta del departamento de Yoo Chun por una hora, se le hacía extraño. Pero pensó que quizá había salido con Junsu. Más tarde volvió y escucho ruido dentro, golpeo y el sonido de pasos se acercó a la puerta. Pero nadie abrió. Seguía volviendo al departamento y siempre era lo mismos, o no estaban o le evitaban. En ese momento supo que Jae Joong estaba ahí.

Llamó a Yoo Chun y no le contesto, lo mismo pasó con Junsu. E incluso Changmin había dejado de contestarle el teléfono. Aburrido decidió hacer la llamada desde un teléfono público, luego de un par de tonos la voz inconfundible de Yoo Chun se escuchó.

- ¿Diga?

- Sé que Jae Joong está contigo.

- Yunho, más te vale dejarlo en paz.

- Es mi novio, tengo derecho a saber de él.

- ¡Perdiste ese derecho cuando lo engañaste!

Se quedó sin aliento, él lo sabía. Jae Joong se los había dicho, Dios, ni siquiera quería imaginarse el estado en que estaba su novio.

- Yoo Chun, por favor, necesito verle – le rogó –

- No volverás a dañarle.

- Quiero pedir perdón – sus ojos se llenaron de lágrimas –

- Es tarde para eso – la llamada había sido finalizada –

Llego a casa y lloró amargamente, después de unas horas el teléfono comenzó a sonar (Jae Joong lo había comprado para remplazar el otro, y había pedido a la empresa recuperar el número anterior). Corrió a contestar pensado que podría ser Jae Joong, pero la voz al otro lado de la línea no era la de su novio, era la voz de una persona despreciable.

- Jung Yunho, – era su ex jefa – me entere que corregiste tu camino. – rio coqueta – Te ofrezco un trato, si tu aceptas salir conmigo te devolveré el empleo – podía sentir como ella estaba segura de su triunfo –

- Jamás, maldita bruja – dijo con odio –

- ¡Cómo te atreves!

- Eres una arpía, una mujer oscura y sin sentimientos. ¡No te interesa la felicidad de los demás! – grito – lo único que te importa es tu propia felicidad, aun cuando pases por encima de los demás.

- ¡Nunca volverás a trabajar como columnista en tu vida!

- ¡No me interesa! Lo único que me importa es recuperar a mi novio. – suspiro conteniendo la rabia - ¿Sabes algo? mientras tú pasabas las noches sola en tu fría mansión, yo estaba haciéndole el amor a mi novio. Le besaba y le decía cuanto lo amaba, lo hacía delirar de placer y sonreír de dicha.

- ¡Te arrepentirás de esto!

Había conseguido su cometido, ella ya no les molestaría, al menos eso esperaba.

Un día se propuso seguir a Yoo Chun, lo siguió con su auto hasta que le vio parar. Estaba frente a un hospital. Se bajó y le siguió a una distancia segura, camino tras él en las escaleras y llego a las habitaciones. Él entro en una, y decidió espiar por la ventana. Se quedó sin aliento, y se quebró al ver a Jae Joong postrado en una cama. Cayó al piso y lloro, su llanto fue escuchado dentro de la habitación, y Junsu salió encontrándolo destrozado.

A pesar del rencor Junsu y Yoo Chun intentaron calmarle, pero no lo lograron. Al final las enfermeras tuvieron que inyectarle un sedante, y le recostaron en el sofá de la habitación.

Despertó después de un par de horas, y con tristeza se acercó a la cama. Los chicos no se opusieron. Acaricio la pálida mejilla y le beso la mano, susurro una suave “Perdóname” y volvió a llorar.

¿Cuántos días habían pasado?, ¿Tres?, ¿Cuatro?, ¿Tal vez una semana o un mes? No estaba seguro. Lo único que sabía era que su novio no despertaba, y que todo era su culpa.

Lo que Yunho no sabía, era que su presencia había hecho bien a Jae Joong. Él estaba mejorando lentamente, y los médicos esperaban que pronto despertara.

Yunho tenía una guerra interna, no sabía si quedarse y rogar el perdón de Jae o irse, y dejarle ser feliz. Se sentía un egoísta al elegir quedarse, sabía que su novio no lo perdonaría.

Jae Joong despertó y lo primero que vio fue a Yunho dormido. Sonrió y acaricio sus cabellos, pero luego recordó todo por lo que pasó. Desvió la mirada y una lágrima corrió por su mejilla.

Yunho sintió una ligera caricia en su cabeza, y lentamente comenzó a despertar. Al abrir los ojos vio a Jae Joong mirando la ventana. Sonrió de dicha y le abrazo.

- Amor, ya estás bien – el llanto se hizo presente –

- No me toques.

- ¿Qué?

- No quiero que me toques.

- ¿Por qué?

- Veté con ella, no te necesito.

- Amor, yo puedo explicarte.

- ¡No me llames amor! – comenzó a alterarse –

- Cálmate, por favor.

- No quiero calmarme – lloraba y sus manos temblaban –

- Me iré, pero por favor, cálmate. – Yunho presiono el botón de emergencia junto a la cama. –

Rápidamente llego una enfermera y él salió de la habitación. Lo siguiente fue un ir y venir de enfermeras y médicos.

Espero un largo rato hasta que vio al Dr. Choi salir de la habitación.

- ¿Cómo está?

- Se encuentra en un excelente estado, si todo sale bien en tres días puede llevarlo a casa.

Yunho agradeció al médico y sonrió con amargura. Se despidió y llamo a los chicos para contarles la buena nueva.

Llegaron corriendo y entraron a la habitación. Lloraron y abrazaron a Jae Joong, él sólo vio desde la puerta. Dejo escapar un suspiro y se marchó. Si Jae ya no quería verlo, lo mejor sería alejarse.

Las semanas pasaron y se conformada por saber de Jae por sus amigos. Él ahora sonreía más, estaba más feliz, y eso lo hacía pensar que esa era la mejor decisión.

A Yunho le escaseaba el dinero, y tomo la decisión de trabajar como conserje en un bufete de abogados, el sueldo era escaso pero se podía mantener con él.

Mary Chang no daba señales de vida, y eso preocupaba a Yunho. Esa mujer era despiadada, y tenía miedo que quisiera dañar a su Jae. Si le tocaba un sólo cabello jamás se lo perdonaría.

Jae Joong tenía un nuevo pretendiente, era guapo y cariñoso, él no sabía si aceptarle o no. Seguía enamorado de Yunho, y creía que aún era muy pronto para sacarlo de su corazón. Él no sabía que Yunho siempre que podía le vigilaba, le cuidaba desde lejos y sonreía triste al ver a aquel muchacho. Él era perfecto para su Jae.

Una tarde el muchacho obligo a Jae Joong a irse con él. Yunho estaba preocupado, y les seguía de cerca.

Llegaron a un lugar fuera de la ciudad, eran unas ruinas que él y Jae solían visitar. Se bajó del auto y comenzó a caminar a una distancia prudente. Le sorprendía que no hubiesen dado cuenta de que les seguía.

Les vio entrar, y él se ocultó tras lo que en otro tiempo fueron paredes. Observaba todo desde su escondite.

- ¿Por qué me trajiste aquí, Jin?

- Silencio – ordenó –

- ¿Qué está pasando?

- ¡Que te calles!

Yunho sintió la sangre hervir. ¡Nadie le gritaba a Jae Joong!

En ese momento una figura femenina apareció, se tambaleaba en sus tacones de aguja.

- ¿Tú eres Jae Joong? – Yunho jadeo de sorpresa, esa mujer era Mary Chang –

- Si, lo soy. – dijo cohibido - ¿Qué desea de mí?

- Venganza – sonrió perversa –

- ¿Por qué quiere vengarse?

- Porque tú atrapaste al hombre que yo tanto deseaba, porque él tiene sentimientos repulsivos hacia ti. ¡Porque ese amor es una abominación!

- ¿De qué habla? – preguntó asustado –

- Hablo de Jung Yunho, el hombre que me desprecio por ti.

- Él y yo no somos nada, si quieres algo con él ahora es el momento.

- ¿Crees que no lo intente? – rio –El desgraciado me rechazo por tu amor.

- ¿Qué?

- Lo que escuchaste, y ahora pagaras por eso. – un hombre llego con un revólver y se lo dio –

El tiempo se detuvo durante unos segundo, y antes de que siquiera pudiera apuntar a Jae Joong, Yunho corrió y se posiciono frente a su amado.

- ¡No! – grito desesperado, y el sonido del arma siendo disparada retumbo fuera de las ruinas –

- ¡Yunho! – exclamó Jae Joong al verlo caer – No, amor. – sollozo abrazándole –

- Jae, – susurro con un poco de dificultad – te amo – un hilo de sangre comenzó a deslizarse desde su boca –

- No me dejes – comenzó a mecerse de atrás hacia delante, con Yunho entre sus brazo –

- Siempre estaré contigo – sonrió –

Las manos de Mary Chang temblaban, acababa de dispararle a Yunho. Tiró el arma y se fue corriendo junto a sus cómplices. El sonido chirriante de las llantas se escuchó a los alrededores, se habían dado a la fuga.

Yunho perdió el conocimiento, y Jae Joong, entre lágrimas llamó a la ambulancia.

La sirena de la ambulancia hacia un ruido estruendoso, pero a oídios de Jae Joong no era más que un murmullo. Sólo sintió cuando los paramédicos lo aparataron de Yunho para subirlos a la camilla.

Casi llegando al hospital el corazón de Yunho se detuvo. Jae entro en desesperación y quedo hecho un mar de lágrimas.

Nada más entrar al hospital los doctores corrieron a la camilla, y las enfermeras llevaron consigo el carro de reanimación.

Paso el tiempo y nadie dijo una palabra a Jae Joong. Él seguía llorando, pensando que perdería a su gran amor.

El medico salió, y le dijo que Yunho ahora se dirigía a cirugía.

- Tiene que estar calmado, él es un chico fuerte – sonrió amablemente y se marchó –

Siguió a la enfermera hasta la sala de espera del quirófano. Pasaron seis horas, y Jae Joong pensaba en lo peor. Hasta que vio aparecer al cirujano.

- ¿Familiares del Joven Jung?

- Soy su novio – se levantó rápidamente y el médico vio su preocupación reflejada en sus ojos – ¿Cómo está?

- La operación fue éxito, pero sigue con riesgo vital. Ahora será trasladado a cuidado intensivo, y esperaremos a ver cómo pasa la noche.

- Gracias doctor – susurro, estaba agradecido por el arduo trabajo que hicieron por salvarle. Pero aun así su corazón se encogía al saber que quizá no sobreviviría –

Tomo su teléfono y llamo a sus amigos, quienes al cabo de unos minutos llegaron al hospital.

- Jae Joong, ¿Cómo estás? – pregunto Yoo Chun preocupado –

- Asustado – abrazo a Yoo Chun –

- No llores – dijo al sentir las lágrimas empapar su suéter –

- No puedo evitarlo. Él esta aun con peligro vital – sollozo –

- Tranquilo – Junsu le acaricio tiernamente el brazo –

- Yunho es fuerte, te aseguro que saldrá adelanta – le sonrió comprensivo Changmin –

Pasaron la noche en vela en la sala de espera. A ninguno se le permitía acompañar a Yunho, los médicos temían que entorpecieran un actuar rápido en caso de emergencia.

La mañana llego, y con ella una buena noticia.

- El joven Jung ha despertado y se encuentra fuera de peligro, ha sido una recuperación sorprendentemente rápida. – comento incrédulo - En unos días lo trasladaremos a una habitación privada.

- ¿Podemos verlo?

- Claro, enviare a una enfermera para que los lleve – sonrió y se retiró –

Los chicos rieron felices, y esperaron a la enfermera que apareció al poco tiempo.

Al entrar en la habitación vieron a Yunho sonriéndoles, lentamente se acercaron a la camilla y se pararon junto a ella.

- Nos alegra que ya estés bien – dijo Junsu –

- Estábamos muy preocupados – comento Changmin –

- Ha sido una espera muy angustiosa – suspiro Yoo Chun –

Jae Joong se sentó junto a la camilla, y tomó la mano de Yunho. Acaricio lentamente los largos dedos, y unas lágrimas corrieron por sus mejillas.

- No vuelvas a hacer eso nunca más – sentencio –

- No me pidas eso – dijo con un hilo de voz – Por ti haría cualquier cosa, incluso dar mi vida.

- No digas eso, – su voz se quebró – no podría vivir sin ti.

Yunho le miro, y levanto su mano para acariciar las empapadas mejillas. Los chicos, intuyendo que sería una conversación privada, salieron de la habitación.

- Perdóname, – el arrepentimiento se veía en sus ojos – fui un idiota que le dio demasiada importancia a un trabajo, y la opinión ajena.

- Me dolió mucho lo que dijiste – bajó la mirada al recordar sus palabras –

- Lo sé, y entiendo si no quieres perdonarme. Fui un bruto insensible.

- Te perdono – sonrió –

- ¿Qué?

- Que te perdono.

- Pero, ¿Por qué?

- Porque te amo y no puedo seguir sin ti.

- Ni yo sin ti. – le abrazo como pudo y beso tiernamente sus labios –

- Lamento interrumpir, – hablo desde la puerta Changmin – pero un policía quiere hablar con ustedes.

- Hazlo pasar – dijo Yunho –

- Pase oficial Lee – hablo Changmin –

- Permiso – entro saludando con una reverencia – Buenos días.

- Buenos días oficial.

- Vine a tomar su declaración respecto a los hechos. – tomo una libreta y se dispuso a anotar – ¿Qué fue lo que paso?

- Una mujer le disparó a mi novio – inicio Jae –

- ¿Sabe quién era esa mujer?

- Mi antigua jefa – suspiro Yunho –

- ¿Cómo se llama ella?

- Mary Chang – contesto Yunho –

- ¿Sospechan cuál pudo ser el motivo del ataque?

- Ella dijo que era venganza. – habló Jae Joong – Quería vengarse porque yo tenía el amor de Yunho.

- ¿Había alguien más allí?

- Dos hombres, uno de nombre Kwon Jin y otro que no supe quién era – dijo Jae Joong –

- Con eso será suficiente, investigaremos y haremos todo lo posible para atraparlos. – hizo una reverencia y antes de marcharse agregó – les estaremos informando, y pondremos vigilancia en su vivienda. En caso de que quieran intentar algo.

- Gracias oficial – dijeron ambos –

Unas semanas después Yunho fue dado de alta, y junto a Jae volvieron a la casa que les pertenecía.

- Me alegra estar en casa. – Yunho se sentó lentamente en el sofá más grande – Ven, siéntate conmigo –señalo el espacio junto a él –

- Es bueno estar nuevamente aquí contigo – sonrió abrazándolo –

Se besaron lentamente, disfrutando del roce de sus labios. El beso fue subiendo de intensidad, y en seguida pararon de besarse al escuchar el teléfono.

- ¿Bueno? – contestó Jae –

- Con el joven Kim Jae Joong.

- Sí, con él.

- Soy el oficial Lee, no sé si me recuerda.

- Claro que lo recuerdo, ¿hay alguna novedad?

- Atrapamos a las personas que atacaron a su novio. ¿Puede venir a reconocerlos está tarde?

- Por supuesto, gracias oficial – finalizo la llamada –

- ¿Quién era?

- El oficial Lee, dijo que los capturaron. Y quieren que esta tarde vayamos a reconocerlos.

- Está bien.

- ¿Quieres comer algo?

- Espagueti estaría bien.

- De acuerdo – le besa dulcemente –

Al llegar a la estación de policía, el oficial Lee los llevo a las celdas. En ellas había personas andrajosas, sucias, borrachas y con aspecto peligroso. Pero entre ellos había una mujer bien vestida, junto a dos hombres con sudadera.

- ¿Los reconoce?

- Sí, son ellos – sentencio Jae –

- ¡Tú! Maldito bastardo. – grito la mujer – Sabes que tengo mucho poder, que nunca iré a la cárcel. Y cuando salga de aquí te buscare y me las pagaras – amenazo a Jae - ¡Terminaré lo que empecé en esas ruinas!

- Salgamos de aquí – se los llevo el oficial Lee – Creo que con lo que acaba de suceder será suficiente para llevarlos al juzgado, o al menos a ella.

- Gracias oficial – sonrió Yunho –

- Vengan por aquí, los llevare a formalizar la denuncia.

Los meses pasaron y al fin Mary Chang y sus cómplices fueron sentenciados. Mary Chang fue condenada a 10 años sin beneficios, y sus cómplices a 8 años con posibilidad de libertad bajo palabra por buen comportamiento, pero no podrían acceder a ello hasta dentro de 5 años.

El juicio fue televisado, y con el escándalo las ganancias de Mary’s magazine se fueron en picada. Lo que provocó que al poco tiempo se declararan en bancarrota.

Jae Joong veía lo cansado que llegaba Yunho después del trabajo, vio las ojeras que tenía y lo tarde que llegaba a casa. Le ponía triste que un gran periodista como su Yunho tuviera que pasar por esto, y decidió hacer algo.

Una noche después de su trabajo en la cafetería pasó cerca de un pequeño edificio, y notó un anuncio en la pared “se busca columnista para revista mentes abiertas”. Esta era la oportunidad que su Yunho estaba esperando, pero él trabajaba hasta la media noche y su día libre no sería hasta dentro de una semana. Así que tomo una decisión, él le daría una pequeña ayuda a su novio.

Eran las diez de la mañana, y Yunho estaba sentando en el sofá con un refresco en la mano, en la televisión estaban pasando V de vendetta y le había llamado la atención. Su novio había ido a la cocina por más palomitas, cuando de repente el teléfono comenzó a sonar. Bajó el volumen del televisor y fue a contestar.

- ¿Bueno?

- ¿Con Jung Yunho?

- Si, con él ¿Con quién hablo?

- Hola, soy Kim Heechul, editor en jefe de la revista mentes abiertas. – Yunho se sorprendió ante esto – Veras, hace poco vino tu novio a dejarnos tu currículum y me sorprendieron mucho tus antecedentes. Me gustaría saber si puedes venir este lunes a una entrevista de trabajo.

- Claro, – dijo emocionado – estaré allí a primera hora.

- Te estaré esperando.

- Muchas gracias.

- Adiós.

- Adiós.

Las lágrimas de felicidad no se hicieron esperar, y corrió a besar a su novio que venía con las palomitas.

- ¿Qué sucede? – sonrió - ¿Por qué tan feliz?

- Gracias amor – lo abrazo por la espalda mientras caminaban al sofá –

- ¿Por qué? ¿Qué hice que te tiene tan feliz?

- Tengo una entrevista de trabajo, y todo gracias a ti. – lo beso efusivamente – Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

- Siempre estaré aquí para ti, y te daré una mano cada vez que pueda – acaricio su mejilla y le miró con amor – ¿Cuándo es la entrevista?

- El lunes – sonrió –

- Tengo que arreglar tu mejor traje.

- Te amo tanto – suspiro enamorado –

Sin más el esperado día llego, un Yunho nervioso se arreglaba para su entrevista y peleaba con la corbata que no se ajustaba bien.

- Yo te ayudo – dijo Jae Joong, en unos cuantos segundos la corbata estuvo bien puesta –

- Gracias, no sé cómo sobreviví sin ti.

- Me sorprende que no quemaras la casa.

- Yo aún no me lo explico – rio –

Con los nervios de punta espero sentando frente a la oficina.

- Señor Jung, entre por favor – dijo después de colgar el teléfono, para abrirle la puerta de la oficina –

- Muchas gracias – hizo una reverencia a la secretaria – permiso – dijo entrando a la oficina –

- Joven Jung, que gusto verle. – sonrió feliz – Tome asiento, por favor – indicó el asiento frente al escritorio – estuve revisando su currículum y me sorprende bastante, ¿Cuál es la razón por la que perdió su empleo anterior?

- Por mi homosexualidad, señor. –suspiró – Mi antigua jefa no lo aceptaba, y le daba asco tener a un homosexual trabajando en su revista.

- Triste manera de pensar – opinó – Y dígame, ¿tiene alguna exigencia especial respecto al empleo?

- Oh, no. Sólo espero que tenga un ambiente relajado.

- De acuerdo, puedes comenzar el miércoles a primera hora – sonrió –

- Muchas gracias, – no cabía en su felicidad – prometo que no lo decepcionare.

- De eso estoy seguro, ahora ve con tu novio. Debe estar esperando las buenas nuevas.

- Gracias en verdad – dijo para retirarse –

Llego presuroso a casa, y sin más tomo en sus brazos a Jae Joong.

- ¿Todo resulto bien?

- Más que bien, tengo el empleo – lo bajo, y apretando sus mejillas le planto un sonoro beso en los labios –

- Felicidades amor.

- No lo habría logrado sin ti, eres maravilloso amor.

El primer día lo recibieron con sonrisas, abrazos y buenos deseos. Yunho se sentía cómodo en su nuevo trabajo, y sabía que al volver a casa estaría su novio, para recibirle con un te amo y un beso en los labios.

Se equivocó al culparlo, pero ahora sabía que un trabajo o el rechazo de la sociedad no eran tan importantes como el amor que compartían.

Gracias a quienes comentaron <3